Comenzaron los partidos de cuartos según el guión previsto. Brasil dominando sin contestación su partido frente a Holanda (Países Bajos). Jugando de forma que no deja posibilidad ninguna ni al azar ni a Holanda. Ganaban desde el minuto diez y en la primera parte, el futbol dio a los brasileños ocasiones para dejar a los holandeses tirados en la lona verde del césped del estado.
Llegamos al descanso y ni los propios aficionados holandeses podían esperar lo que el destino les deparaba para la segunda parte. Holanda empezó, tímidamente después del descanso, a intentar atacar la portería de Brasil. Y llegó la primera jugada clave del partido. Fallo en la salida de Julio César, y el portero brasileño se come literalmente el gol en propia meta de Melo.
A partir del gol del empate, Brasil incomprensiblemente se descompone como un azucarillo. Sus jugadores se desquician sobre manera y Brasil se da la vuelta como un calcetin. Pasan de un juego rápido y preciso en ataque, a la precipitación y el atropello. Pasan de una actitud segura y fuerte defensivamente, a mostrar agujeros por toda su defensa.
Y llego el segundo gol de Holanda obra de Sneijder, y todos los síntomas se agravaron en el futbol enfermo brasileño. Y lo que los mando a la UCI directamente fue la auto expulsión de Melo. Es increíble como profesionales con tanta experiencia con la presión de las grandes citas futbolísticas pueden presentarse tan de repente tan vulnerables a la adversidad dentro de unas circunstancias adversas, pero que todos saben que pueden suceder a lo largo de un partido.
A pesar de todo Brasil tuvo sus ocasiones en los últimos minutos reivindicándose a través de la calidad individual de sus jugadores en el campo. Mientras Robben contragolpeaba por la banda y golpeaba las posibilidades brasileñas.
Estas cosas son las que hacen grande al futbol. Sneijder y Robben están poniendo la guinda a un año que empezaban después de ser despedidos del “Gran Real Madrid”. Han llevado a sus respectivos equipos a la final de la champion, y ahora esto.
Y el espectáculo solo había comenzado. Partido emocionante el que nos brindaron Uruguay y Ghana. Los primeros noventa minutos transcurrieron con la normalidad de puede haber en un partido de eliminatoria de cuartos en un mundial. Uruguay tenía el balón y asumía la responsabilidad de atacar, mientras los ghaneses contragolpeaban con peligro.
Se adelantó Ghana al borde del descanso. En la segundo parte los uruguayos salieron en busca del empate, mientras Ghana continuaba contragolpeando. El partido seguía este guión a pesar del empate que consiguió rápidamente Uruguay.
Conforme se iba acercando el final del partido, este se fue convirtiendo más en un intercambio de golpe, y así ocurrió en los minutos de prórroga. Los ghaneses imponían su juego más físico, mientras los uruguayos apostaban por el juego ataque con sus estiletes de arriba Forlán y Suárez.
Y llego el minuto final, y como en los mejores guiones de esa películas “hollywoodienses” de partidos entre institutos o universidades: empate en el marcador y la última jugada es un penalti a favor de Ghana. Me imagino la voz en off en la mente del ghanes Gyan, “si marco la gloria, si fallo el infierno”. Y el tiro se fue al larguero y nos fuimos a los penaltis.
No me gusta que se le llame la lotería de los penaltis, como si marcar o no un penalti de estos de tanta presión solo fuese cuestión de suerte. Uruguay marco más penaltis que los ghaneses y pasa a semifinales. El último penalti que daba el paso a semifinales a los uruguayos los tiro el ya mítico veterano delantero Abreu. Si alguien en el mundo no entendía muy bien el porqué del sobrenombre de Loco Abreu, cuanto tiró el penalti decisivo a lo Panenka lo pudo comprobar por sí mismo. Primera semifinal: Holanda-Uruguay.
Tuvimos un ratito para comprobar cómo Rafa Nadal consigue llegar de nuevo a la final de Wimbledon. Gano con autoridad a Murray. Se enfrentará en la final con Berdych que dio cuenta de Djokovic en su semifinal.
Como se presenta el fin de semana. Para abrir boca un Argentina-Alemania, el partido de España, la final de Winbledon con Nadal, el comienzo del Tour de Francia con otra duelo Contador-Armstrong más los invitados que aparezcan, el gran premio de motociclismo en Montmeló…
Como siempre, un par de consejos para un fin de semana de “sofíng”: Postura ergonómica y una buena hidratación.
Sudáfrica a viernes 2 de julio de 2.010.
